Tey

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Tey (también Tiy, 1398-1338 a.C.) fue una reina del Antiguo Egipto de la XVIII dinastía, esposa del faraón Amenhotep III, madre de Akenatón y abuela de Tutankamón y Anjesenamón. Ejerció una enorme influencia en la corte de su marido y de su hijo y se sabe que se comunicaba directamente con gobernantes de naciones extranjeras. Las cartas de Amarna también muestran que era muy apreciada por estos gobernantes, especialmente durante el reinado de su hijo.

Aunque creía en la religión politeísta tradicional de Egipto, apoyó las reformas monoteístas de Akenatón, muy probablemente porque las reconocía como importantes estratagemas políticas para aumentar el poder del trono a costa del sacerdocio de Amón. Murió a los sesenta años y fue enterrada en el Valle de los Reyes. Su momia ha sido identificada como la “Dama Mayor”, y un mechón de su pelo se encontró en la tumba de Tutankamón.

Los padres de Tey

El padre de Tey era Yuya, un sacerdote de Akhmin (Panópolis), y su madre era Tuyu (Tjuya), una sirvienta de la reina madre, Mutemuia. Sin embargo, otras fuentes afirman que Yuya era el caballerizo mayor de la corte real y Tuyu una sacerdotisa. A pesar de que Tey creció en el palacio real, hay que comentar que no era una persona de la realeza. Habría formado parte de la vida de la corte si su madre hubiera sido la sirvienta de la reina, pero parece más probable que sus dos padres gozaran de un estatus más elevado.

Tuvo un hermano, Amen, que más tarde ocupó el puesto de su padre y acabó convirtiéndose en sumo sacerdote del culto a Akhmin, es posible que tuviera otro hermano, Ay, que más tarde gobernaría Egipto. Aunque tengo que comentarte que arqueólogos e historiadores siguen debatiendo este tema. Por otro lado, los nombres de sus padres (según algunos estudiosos) no son egipcios, y se ha sugerido que eran nubios.

¿Candace Nubia o Reina egipcia?

Los estudiosos que han señalado el inusual papel de Tey en los asuntos de Estado apuntan a la costumbre nubia de las mujeres gobernantes. Todas las Candaces (Reinas) de Nubia eran fuertes gobernantes femeninas, por lo que algunos egiptologos especulan que quizás Tey se sintió libre de ejercer el poder de la misma manera que un gobernante masculino debido a su educación y herencia.

Sin embargo, esta teoría se discute, ya que se ha señalado que las mujeres en el Antiguo Egipto tenían más derechos y se las respetaba más que en la mayoría de otras culturas antiguas, es por esa razón de la cual se cree que Tey fue una gobernante egipcia. El egiptólogo Zahi Hawass afirma que los nombres de los padres de Tey no son nubios y que “algunos estudiosos han especulado que Yuya y Tuyu eran de origen extranjero, sin embargo, no hay ninguna prueba sólida que corrobore esta teoría”.

Si Hawass está en lo cierto, esto explicaría cómo la reina Tey llegó a ejercer tanto poder como lo hizo, mucho más que cualquier otra reina de Egipto antes que ella. No la podemos comparar con Hatshepsut, pues ésta gobernante fue reina-faraón y no tuvo la misma educación. La historiadora Margaret Bunson señala que “Tey probablemente se casó con Amenhotep cuando él era un príncipe. Se cree que ella solo tenía 11 o 12 años en ese momento”. Cuando Amenhotep III llegó al trono, Tey ascendió con él.

Los hijos de la reina Tey

Tey fue una fuerza importante en la corte. Una mujer “inteligente y diligente”, es la primera reina de Egipto en llevar su nombre a los actos oficiales. La reina aparecía en los monumentos de su marido. Tey y Amenhotep III vivieron en Malkata, donde dio a luz a siete hijos:

  • Tutmosis
  • Amenhotep IV
  • Sitamen
  • Henuttaneb
  • Iset
  • Nebetah
  • Baketaten

Tutmosis murió pronto, y Amenhotep IV se le declaró heredero del trono, donde años después sería conocido como Akenatón, el primer gobernante de la historia en aplicar el monoteísmo. Además de los títulos habituales para una reina, como princesa hereditaria, esposa del rey o esposa del gran rey, Tey también era conocida como señora del Alto y Bajo Egipto y señora de las dos tierras. La pareja real presentaba un frente unido con la política, y el reinado de Amenhotep III se considera un punto culminante en la historia egipcia.

Madre del Rey de Egipto

La pareja real gobernó Egipto con éxito durante 38 años hasta la muerte de Amenhotep III en 1353 a.C., cuando él tenía 54 años y Tey 48. La Reina asumió el título de Madre del Rey al subir al trono su hijo Amenhotep IV. Gobernó desde Malkata y continuó con la política de su padre, no obstante, en el quinto año de su reinado, abolió la antigua religión egipcia, cerró los templos y proclamó un nuevo orden basado en el culto al único y verdadero dios, Atón.

Cambió su nombre por el de Akenatón y construyó una nueva ciudad, con un palacio aún más grandioso, en una tierra virgen en el centro de Egipto, a la que llamó Ajetatón (horizonte de Atón). Aunque no hay indicios de que Tey hubiera tenido nunca nada parecido a una inclinación monoteísta, parece haber apoyado a su hijo con el nuevo cambio.

Los sacerdotes de Amón habían ido creciendo gradualmente en riqueza y poder a lo largo de la dinastía XVIII hasta que, en el reinado de Amenhotep III, su influencia se equiparó a la de la casa real. Independientemente de lo que Tey pensara en privado sobre el monoteísmo de su hijo, habría aprobado una medida para aumentar el poder del trono a costa del clero.

Tey y Nefertiti

Durante el reinado de Akenatón, a Tey se la representa en el papel de una abuela sentada con los hijos reales de su hijo y su esposa, Nefertiti, pero siguió desempeñando un papel importante en la vida política de Egipto. Tey fue mencionada por varios reyes de otras tierras en su correspondencia. El rey de Mitanni, Tushratta, mantenía una correspondencia directa con Tey e incluso mencionaba asuntos que no tenían que ver con cuestiones de Estado, como los agradables momentos que habían pasado juntos en las visitas.

A Akenatón se le suele representar con su madre en escenas domésticas o en visitas oficiales a Ajetatón, y es evidente que le tenía mucho cariño. Incluso sus sirvientes la tenían en alta estima. Se la representa con su familia disfrutando de un banquete en la pared de la tumba de su mayordomo Huya, donde está bañada por la luz del dios Atón y rodeada de sus nietos.

Se cree que su ejemplo sirvió de modelo para su nuera, ya que Nefertiti gozaba de un estatus muy similar al de Tey, servía a la corte en la misma capacidad y, lo que es más importante, se ocupaba de los asuntos de Estado cuando su marido estaba ocupado o distraído de sus obligaciones.

Muerte y legado de Tey

No se sabe cuándo murió Tey, pero lo más probable es que fuera alrededor del duodécimo año del reinado de Akenatón, en el año 1338 a.C. La pintura y la inscripción de la tumba de Huya es la última mención que se conoce de ella y está fechada en ese año. Algunos consideran que su muerte coincidió con la aparente pérdida de interés de Akenatón por los asuntos exteriores, y que quizás el dolor por la pérdida de su madre influyó en su retirada.

Sin embargo, también se ha sugerido que es posible que no tuviera ningún interés en todo momento y que simplemente dejara los asuntos de Estado en manos de su madre y de Nefertiti. En cualquier caso, su reinado sufrió un marcado declive tras la muerte de Tey, y descuidó en gran medida la política exterior, al preferir permanecer en su palacio de Akhetaten y atender a su nueva religión.

Esta preocupación por Atón condujo a una disminución del prestigio de Egipto y a la pérdida de una serie de territorios que durante mucho tiempo estuvieron en manos de la corona, especialmente Biblos, así como al aumento de la fuerza de los hititas en el norte, puesto que ya no había una política exterior egipcia importante para frenar su expansión.

La Dama Mayor

Parece que Tey fue enterrada primero en la tumba de Akenatón y después en la de su marido Amenhotep III. Sin embargo, no hay un acuerdo claro al respecto, ya que el argumento de que fue enterrada en la tumba de Amenhotep III se basa en el descubrimiento de sus muñecas Shabti. Además, su momia real fue descubierta (por el arqueólogo Victor Loret en 1898) en la tumba de Amenhotep II.

La afirmación de que fue enterrada por primera vez en la tumba de su hijo se apoya en las inscripciones; pero como estas escrituras no son claras y a menudo están incompletas, están abiertas a la interpretación. Su momia fue identificada en un principio solo como la “Dama Mayor” y recién cuando salió a la luz más información sobre el reinado de Akenatón, se la identificó por su nombre.

En ese momento quedó claro que, siglos antes del reinado de Cleopatra, bien conocido por los relatos griegos y romanos; existía una reina de Egipto que gobernaba con la misma autoridad que un hombre y ejercía su poder en igual medida que los grandes reyes del mundo antiguo.

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